Liquidación sociedad gananciales

Abogado liquidación sociedad gananciales Oviedo y Asturias

Liquidación sociedad gananciales

La liquidación de la sociedad de gananciales es un proceso legal que se lleva a cabo cuando un matrimonio llega a su fin, ya sea por divorcio o separación, y es necesario dividir los bienes y deudas acumulados durante la unión.

En nuestro despacho en Oviedo, ofrecemos asesoramiento y representación en todo el proceso de liquidación sociedad gananciales, asegurando que la distribución de los bienes sea justa y equitativa, respetando los derechos de ambas partes involucradas.

¿Qué es la sociedad de gananciales?

La sociedad de gananciales es un régimen económico matrimonial en el que se considera que los bienes adquiridos durante el matrimonio pertenecen a ambos cónyuges por igual, independientemente de quién los haya adquirido.

El proceso de liquidación sociedad gananciales se inicia presentando una demanda de liquidación, a menudo como parte de un proceso de divorcio o separación, o como un procedimiento independiente si el matrimonio ya ha sido disuelto.

Se incluyen todos los bienes adquiridos durante el matrimonio, excepto aquellos que se consideran bienes personales por naturaleza o por disposición legal.

En una liquidación sociedad gananciales, los bienes se valoran generalmente a su valor de mercado en el momento de la liquidación, lo cual puede requerir la intervención de expertos tasadores.

Las deudas contraídas durante el matrimonio también se consideran parte de la sociedad de gananciales y se deben liquidar equitativamente junto con los bienes.

Sí, los bienes adquiridos por donación o herencia, así como los bienes personales excluidos por acuerdos prenupciales, generalmente no se incluyen en la liquidación.

Un abogado puede ayudar a negociar y redactar el acuerdo de liquidación sociedad gananciales, representar a los cónyuges en disputas y asegurar que el proceso se lleve a cabo de manera justa y conforme a la ley.

El tiempo necesario puede variar significativamente dependiendo de la complejidad de los bienes a dividir y de la cooperación entre las partes.

Si no se alcanza un acuerdo, el caso puede ser llevado ante un juez, quien determinará la división de los bienes y deudas.

Una vez que se ha acordado y ratificado por un juez, los términos de la liquidación generalmente son finales, salvo que se descubran bienes ocultos o se cometan errores significativos.